Cómo superar una infidelidad

Cómo superar una infidelidad

La parte infiel debe evitar repetir lo ocurrido; la otra, debe dejar de lado el rencor y el reproche. De lo contrario, es posible que sea necesario valorar una separación

Seguramente, alguna vez habrás oído que una infidelidad supone el fin de una relación, que con ella se pierde un pilar fundamental de toda pareja: la confianza en el otro. Sin embargo, los motivos que llevan a una persona a ella son muy variados e, incluso, pueden ser un indicativo de que algo en la pareja no iba tan bien como pensábamos. Veamos algunos:

  • Amor romántico: con el tiempo, toda relación se transforma. El amor continúa, pero la pasión y el apego pueden verte atenuados. Es por ello que aquellos que consideren que “una relación deba estar como el primer día” pueden buscar esas sensaciones perdidas en otras personas.
  • Búsqueda de nuevas experiencias: con la finalidad de salir de la rutina o, bien, de buscar algo que su pareja no está cubriendo como, por ejemplo, la atención o el afecto.
  • Creencias: el hecho de pensar que para mantener una relación duradera es necesario tener algún encuentro puntual con otra persona, el deseo de recuperar emociones pasadas o la idea de que no se hace daño a nadie si no se es descubierto (“ojos que no ven, corazón que no siente”).

Cómo superar una infidelidad

  • Deterioro de la relación: cuando los deseos y expectativas que tenemos en la pareja no se ven satisfechos, se favorece la disposición a conocer a alguien nuevo. ¿Te suena eso de que “la relación ya estaba mal”?
  • Inseguridad: hay personas que se sienten menos atractivas que su pareja con lo que ven en “el juego de la seducción” o tonteo una manera de reafirmar su valor y sentirse deseados. Un juego donde no resulta complicado traspasar los límites.
Cómo superar una infidelidad

Cómo superar una infidelidad

Cabe señalar que, en función del motivo que haya llevado a la infidelidad y, por supuesto, de la motivación de ambas partes por resolverla, dependerá el éxito de la terapia. No obstante, investigaciones como la de Atkins y sus colaboradores (2010) han obtenido buenos resultados en parejas que acuden a consulta con esta problemática donde, aparte de trabajar la infidelidad en sí misma, se ha reforzado el vínculo entre ambos, la comunicación y el intercambio de refuerzos.

Ahora bien, entendiendo que el objetivo es continuar la relación y que los implicados están dispuestos a luchar por ella, ¿qué podemos hacer para superar una infidelidad?

  • Romper con terceros: es un paso fundamental para la recuperación de la relación, suponiendo que se haya tratado de una infidelidad mantenida en el tiempo o con alguien con el se tenga un trato regular. En el caso de encuentros casuales con desconocidos, es obvio que no sería necesario.
  • Ser honestos: con la sinceridad, se facilita la valoración de los puntos débiles de la relación o de aquellos aspectos con los que alguna de las partes pueda no estar conforme. El partir de ese conocimiento, contribuirá a llegar a un acuerdo y a buscar soluciones a los mismos.
  • Reflexionar: sobre si, realmente, se está dispuesto a perdonar la infidelidad ya que, en un primer momento, ante el engaño, pueden aparecer sentimientos de rechazo. Por su parte, también, es necesario que la persona infiel analice las razones que le llevaron a ello y si, de verdad, desea continuar con la relación.
  • Empezar de cero: supone establecer de nuevo la base de la relación y cultivar la confianza. La persona que ha sido infiel debe ser consecuente y no repetir lo ocurrido y, al mismo tiempo, la otra parte debe dejar atrás el rencor y el reproche, que lejos de contribuir a mejorar la relación, la destruye aún más. Es de importancia indicar que, de no lograr establecer un punto de partida y con la finalidad de no alargar más el sufrimiento de los implicados, la ruptura debe ser una opción que valorar.
  • Pedir ayuda a un especialista: puede ser beneficioso a la hora de entender al otro y mejorar la relación en sí misma, promoviendo aspectos como la confianza y la comunicación.

 

Referencias bibliográficas:

  • Atkins, D. C., Marín, R. A., Lo, T. T. Y., Klann, N., & Hahlweg, K. (2010). Outcomes of Couples with Infidelity in a Community-Based Sample of Couple Therapy. Journal of Family Psychology24(2), 212–216.

Cómo superar una infidelidad

¿El confinamiento ha puesto a prueba a las parejas?

¿El confinamiento ha puesto a prueba a las parejas?

Coronavirus y pareja

La cuarentena ha intensificado la polaridad en las relaciones de pareja: en algunos casos, ha reforzado lazos; en otros, ha hecho que sus miembros decidan tomar un camino por separado

El confinamiento, por la actual pandemia, ha generado múltiples consecuencias no sólo en el ámbito laboral sino, también, en el personal. Ha ocasionado diversos tipos de ansiedad, miedos, estados de ánimo y, como no iba a ser menos, ha repercutido en las relaciones de pareja, dando lugar, en el peor de los casos, a una ruptura.

Coronavirus y pareja

Ante ella, es posible que alguna de las partes (o ambas) pueda hacerse cuestiones del tipo: ¿si no hubiéramos estado recluidos, todo hubiese ido como la seda? ¿Es el confinamiento, realmente, el culpable de que hayamos roto? Pues bien, la respuesta es que no.

Con el confinamiento, ha ocurrido algo parecido a lo que sucede durante el verano. Se deja a un lado la rutina diaria, en la que se coincide con la pareja muy poco o nada, en el día a día, y se va al extremo. Es decir, se pasa todo el día (o la mayor parte de éste) con ella. Esto, para algunas, puede ser todo un privilegio y un motivo de alegría pero, para otras, puede incrementar las diferencias entre sus miembros, así como los conflictos.

Coronavirus y pareja

Coronavirus y pareja

Además, en la situación que nos ocupa, existe un añadido: la tensión y la incertidumbre a la que estamos sometidos individualmente y, en algunos casos, problemas de ansiedad, depresión o de cualquier otro tipo previos o consecuencia del confinamiento. Todo ello, no sólo pone a prueba nuestra resiliencia personal sino que, indirectamente, la de pareja. En otras palabras, si no estamos bien con nosotros mismos, nuestro estado de ánimo y actitud se verán alterados y, ello, se extrapolará a la relación de pareja, propiciando discusiones y/o malas contestaciones.

Ahora bien, es de importancia mencionar que, si la relación se tambalea y ambas partes quieren salvarla, se haga un esfuerzo por entender la postura del otro, se apueste por el diálogo y se refuercen aquellos comportamientos que nos gusten de ella (ver post: 5 maneras de mejorar una relación de pareja). No obstante, si esto no funciona o aún hay dificultades subyacentes, lo más conveniente es realizar una terapia de pareja, que les ayude a mejorar los problemas de base tales como la comunicación y la resolución de conflictos.

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Elementos del amor

Los elementos del amor

¿Cómo mejorar una relación de pareja?

Las relaciones de pareja, para que funcionen y sean satisfactorias, deben contar con tres ingredientes básicos, que explicaremos a continuación.

Cómo mejorar una relación de pareja

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¿Hay personas que no saben vivir sin pareja?

¿Hay personas que no saben vivir sin pareja?

Efectivamente, hay personas para las que es vital tener una relación amorosa y es, entonces, cuando hablamos de la denominada dependencia emocional

Existen muchas personas que, tras una ruptura, no tardan en implicarse en otra relación ya que, para ellas, la vida sin pareja es inviable. Se trata de personas que se resisten a imaginar una vida en la que no haya un vínculo amoroso y que, además, temen considerablemente la soledad. Hablamos entonces de la llamada dependencia emocional. Dicha dependencia es un trastorno de personalidad que puede producirse no sólo en el marco de la pareja sino, también, en relación a familiares o amigos. De hecho, es frecuente que la persona haya tenido el mismo patrón actitudinal a lo largo de su vida pero sea identificado, con mayor facilidad, en el ámbito que nos compete.

Como característica principal, el individuo tiende a hacer que su mundo gire en torno a su pareja hasta el punto de anularse a sí mismo o, bien, vivir la relación negativamente. Es decir, se llega a idealizar a la pareja y a ejercer cierta sumisión ante ella con el único objetivo de conseguir su amor y aprobación. Pero, ¿qué factores están implicados en esa dependencia?

  • Ambiente familiar: en muchos casos, los individuos han crecido en un entorno de carencias afectivas: falta de atención, afecto o protección por lo que, de alguna forma, desean cubrir esos déficits con la pareja.
  • Baja autoestima: la persona tiene un autoconcepto negativo y, en consecuencia, considera que no es lo suficientemente buena para gustar y merecer el aprecio de nadie.
  • Miedo a la soledad: se teme que haya una ruptura y se vuelva a la soledad, a un mundo gris y sin sentido alguno sin esa persona. Es por ello que suele observarse un esfuerzo por agradar al otro, muchas veces, a costa del propio bienestar.
Dependencia emocional en Paracuellos de Jarama y Miramadrid
  • Modelos cercanos: es posible que, desde edades muy tempranas, la persona haya observado esa dependencia de un familiar a otro, especialmente, en madres y padres; y que haya normalizado esa situación.
  • Relaciones tóxicas: es común que, en relaciones previas, se hayan vivido malas experiencias de la mano de personas ambivalentes, de “ni contigo ni sin ti” y, por tanto, hayan generado ansiedad y miedo al abandono, que se traduce en ese esfuerzo constante de buscar la aceptación de pareja.

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5 maneras de mejorar una relación de pareja

5 maneras de mejorar una relación de pareja

Ser empático, conversar de manera asertiva, demostrar afecto, decir lo que nos gusta del otro y compartir vivencias, resultan ser pautas imprescindibles para mejorar una relación de pareja

Las relaciones de pareja son la opción más escogida por las personas y suponen uno de los vínculos más importantes de sus vidas. En ellas, se comparte la mayor parte del tiempo y se experimentan vivencias y proyectos en común, basados en cuatro pilares fundamentales: el afecto, la comunicación, la confianza y el respeto mutuo. Sin embargo, en ocasiones, pueden surgir conflictos, que pueden repercutir en alguno de los citados pilares, originando, en el peor de los casos, una ruptura. Por ello, les ofrecemos cinco pautas con las que podrán mejorar vuestra relación de pareja.

  • Escucha: es usual que, en una conversación o discusión, focalicemos nuestra atención en aquello en lo que hay un desacuerdo con el objetivo de responder para reafirmar nuestra postura. Pero, ¿realmente ganamos algo? Claramente no, sólo generamos una fuente más de conflictos. Por ello, resulta fundamental mostrarnos empáticos con la otra persona, procurando entender su perspectiva. De esta manera, podemos saber qué siente y piensa con exactitud y, además, mejoramos la confianza de la pareja, ya que sabrá que, aunque puedan haber diferencias, puede confiar en ti para decirte cualquier cosa porque no le juzgarás.
  • Dialoga: al igual que en cualquier tipo de relación, el estilo comunicativo más adecuado es el asertivo. Con él, olvidamos las malas contestaciones, los gritos y reproches en los que no faltan los “siempre” y los “nunca” e intentamos llegar a un consenso en el que se tienen en cuenta los deseos, derechos y necesidades de ambas partes. De primeras, podemos pensar que es algo complicado y más si la otra persona tiende a actuar de manera agresiva pero, si mantenemos el tono y cuidamos nuestro lenguaje, lograremos hacer que nuestra pareja logre calmarse y se dirija a nosotros de la misma manera.
  • Demuestra: aprovecha cualquier ocasión para decirle y demostrarle que le quieres, ya sea con besos, abrazos o cualquier detalle (no necesariamente material), que a tu pareja le pueda gustar. Con esto, le hacemos sentir que para nosotros es una persona importante y especial.
Crisis de pareja y terapia de pareja en Paracuellos de Jarama y Miramadrid
  • Refuerza: a veces, el día a día nos hace pasar de largo esas pequeñas cosas que nos gusta de nuestra pareja o, peor aún, nos hace dar por hecho que la otra persona sabe qué es lo que nos gusta de ella y, en consecuencia, nos limitamos a callar. ¿Acaso nuestra pareja es adivina? Obviamente, no. Por ello, es importante hacerle saber lo que nos gusta de ella, lo que nos gusta que haga, etc. Ello fomentará el buen ambiente en la relación e incrementará esas actitudes.
  • Comparte: en una relación de pareja, resulta necesario pasar tiempo juntos de calidad, donde tenga lugar el diálogo y la complicidad entre ambos. Esto, puede darse en tareas cooperativas y simultáneas de la vida cotidiana como cocinar o hacer la limpieza; o, bien, en otro tipo de actividades como podrían ser: la ideación de proyectos en conjunto, la planificación de un viaje u otras actividades de ocio. Con ellas conseguimos, principalmente, mejorar la confianza entre ambos y la sensación de unidad, de equipo.

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