¿Cómo puedo mejorar la autoestima de mis hijos?

Psicología para niños y adolescentes en Paracuellos de Jarama y Miramadrid

¿Cómo puedo mejorar la autoestima de mis hijos?

Establecer límites, evitar comparaciones, fomentar la autonomía, proporcionar amor incondicional y reforzar los puntos fuertes son pautas clave para el incremento de la autoestima en niños y adolescentes

Todos como madres y padres deseamos lo mejor para nuestros hijos y, por tanto, nos esforzamos por ofrecerles lo mejor. Sin embargo, en muchas ocasiones nos dejamos llevar por la sobreprotección o, bien, por la impulsividad o el desconocimiento, castigando a la persona en vez de al comportamiento y repercutiendo así, negativamente, en la autoestima del niño. Es por ello que, a continuación, pretendemos ofrecer una serie de pautas, que les ayudarán a potenciar el bienestar en ellos con el objetivo no de crear personas narcisistas sino personas que se quieran, se acepten tal y como son y confíen en su capacidad para asumir nuevos retos y adaptarse a los cambios.

  • Establece límites: es conveniente fijar unas reglas estables y coherentes, que proporcionen al niño seguridad. Esto es: si se establece como regla hacer la cama, por lo general, ésta deberá cumplirse. Para ello, es importante transmitirle que confiamos en que cumplirá con lo acordado.
  • Evita comparaciones: debemos aceptar a nuestro hijo como es, con sus defectos y virtudes por igual. Los comentarios del tipo “tu hermano a tu edad sacaba todo sobresaliente” o “ese amigo tuyo es mejor portero que tú”, no son nada constructivos y, por el contrario, cultivarán en él la frustración y reducirán, considerablemente, su sentimiento de valía.
Psicología para niños y adolescentes en Paracuellos de Jarama y Miramadrid
  • Fomenta su autonomía: resulta fundamental delegar responsabilidades a los niños acordes a su edad como, por ejemplo, recoger la mesa o sus juguetes. De esta manera, estamos haciendo saber a los niños que confiamos en ellos y en su capacidad de realizarlas correctamente.
  • Proporciona amor incondicional: hazle saber que le quieres y que tu aprecio es independiente a sus virtudes, defectos y comportamientos. Por ello, en una riña, es conveniente sustituir, por ejemplo, el “eres un niño malo” por “lo que hiciste no está bien”, de manera que reprochamos su comportamiento y no a él como persona.
  • Refuerza sus puntos fuertes: reconoce el mérito de lo que hace: del cumplimiento de tareas, de las buenas calificaciones, del buen comportamiento, etc. Con ello, damos a entender que estamos orgullos de él, generando así un incremento de su autoestima y un refuerzo de esas acciones y/o actitudes.

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