¿Qué consecuencias tiene la sobreprotección de los hijos?

¿Qué consecuencias tiene la sobreprotección de los hijos?

La sobreprotección, lejos de ayudar a niños y adolescentes, los incapacita a lo largo del tiempo, dando lugar, en muchos casos, a problemas de ansiedad

Cualquier madre o padre desea lo mejor para sus hijos y hace lo que esté en su mano para ofrecerles la seguridad que necesitan tanto a nivel físico como emocional. Se trata de un acto innato que permite que los niños y adolescentes puedan explorar el mundo que les rodea y se desarrollen emocionalmente con el respaldo de sus padres.

En su extremo, dando rienda suelta a nuestros propios temores, puede implicar sobreprotección. Ésta, en vez de fomentar la autonomía, la autoestima y el autoconcepto de los mismos, resulta ser una acción limitante. Con ella, no estamos velando por el bienestar de los menores sino decidiendo por ellos, ejerciendo el control de su entorno y, por tanto, implica una serie de consecuencias que detallaremos a continuación.

  • Baja autoestima: a pesar de nuestra buena intencionalidad, con la sobreprotección estamos labrando en los niños numerosos mensajes implícitos de carácter negativo. Mensajes que, lejos de ayudarles, les incapacitan. Por ejemplo: “no soy capaz”, “puede pasarme algo malo” o “soy muy torpe”.
  • Dependencia de los demás: los menores no adquieren la autonomía necesaria para valerse por sí mismos. Pensarán que requieren de otros para lograr estar bien tanto física como emocionalmente, generando, con ello, una relación donde reine la dominancia y control hacia ellos.
  • Escasa tolerancia a la frustración: las personas aprendemos de cada una de nuestras experiencias. De esta manera, si a un niño no le damos la oportunidad de equivocarse, de fallar, el mínimo error será el caos. Cabe señalar que ello no sólo conlleva problemas con los posibles fallos que pueda cometer sino, también, dificulta el correcto manejo emocional.

Sobreprotección en niños

  • Ineficacia en la resolución de problemas: ¿si nunca hemos hecho una derivada, se puede esperar que la resolvamos? Pues la respuesta, seguramente, será que no. En la vida ocurre lo mismo: si no nos hemos enfrentado nunca a un problema, porque siempre hemos contado con alguien que nos lo resuelva, lo más probable es que no contemos con los recursos y estrategias necesarias para salir airosos de la situación. Por ello, resulta fundamental que los pequeños hagan frente a las problemáticas con las que podrían encontrarse. Siempre con nosotros, como padres, en un segundo plano, ofreciendo nuestro apoyo y ayuda en caso necesario.
Sobreprotección en niños

Sobreprotección en niños

  • Incapacidad para tomar decisiones: algo parecido a lo que ocurre en el apartado anterior, pasa a la hora de decidir cualquier cosa por simple que nos pueda parecer. Los niños sobreprotegidos buscarán siempre la aprobación de todo cuanto deseen hacer puesto que sentirán que ellos no pueden, que no son capaces, dado que no cuentan con recursos para ello.
  • Inseguridad y miedo: al mantenerlos en una espacie de burbuja, habrán enraizado ciertos mensajes que, como padres, sin darnos cuenta habremos trasmitido con el único objetivo de que estén a salvo. Entre ellos, la perspectiva de que el mundo más allá de las paredes del hogar es peligroso y se debe estar alerta en todo momento. Ello no sólo puede dar lugar a la inseguridad y al miedo sino, también, a trastornos de ansiedad.

Please follow & like us 🙂

¿Cómo puedo mejorar la autoestima de mis hijos?

¿Cómo puedo mejorar la autoestima de mis hijos?

Establecer límites, evitar comparaciones, fomentar la autonomía, proporcionar amor incondicional y reforzar los puntos fuertes son pautas clave para el incremento de la autoestima en niños y adolescentes

Todos como madres y padres deseamos lo mejor para nuestros hijos y, por tanto, nos esforzamos por ofrecerles lo mejor. Sin embargo, en muchas ocasiones nos dejamos llevar por la sobreprotección o, bien, por la impulsividad o el desconocimiento, castigando a la persona en vez de al comportamiento y repercutiendo así, negativamente, en la autoestima del niño. Es por ello que, a continuación, pretendemos ofrecer una serie de pautas, que les ayudarán a potenciar el bienestar en ellos con el objetivo no de crear personas narcisistas sino personas que se quieran, se acepten tal y como son y confíen en su capacidad para asumir nuevos retos y adaptarse a los cambios.

  • Establece límites: es conveniente fijar unas reglas estables y coherentes, que proporcionen al niño seguridad. Esto es: si se establece como regla hacer la cama, por lo general, ésta deberá cumplirse. Para ello, es importante transmitirle que confiamos en que cumplirá con lo acordado.
  • Evita comparaciones: debemos aceptar a nuestro hijo como es, con sus defectos y virtudes por igual. Los comentarios del tipo “tu hermano a tu edad sacaba todo sobresaliente” o “ese amigo tuyo es mejor portero que tú”, no son nada constructivos y, por el contrario, cultivarán en él la frustración y reducirán, considerablemente, su sentimiento de valía.
Psicología para niños y adolescentes en Paracuellos de Jarama y Miramadrid
  • Fomenta su autonomía: resulta fundamental delegar responsabilidades a los niños acordes a su edad como, por ejemplo, recoger la mesa o sus juguetes. De esta manera, estamos haciendo saber a los niños que confiamos en ellos y en su capacidad de realizarlas correctamente.
  • Proporciona amor incondicional: hazle saber que le quieres y que tu aprecio es independiente a sus virtudes, defectos y comportamientos. Por ello, en una riña, es conveniente sustituir, por ejemplo, el “eres un niño malo” por “lo que hiciste no está bien”, de manera que reprochamos su comportamiento y no a él como persona.
  • Refuerza sus puntos fuertes: reconoce el mérito de lo que hace: del cumplimiento de tareas, de las buenas calificaciones, del buen comportamiento, etc. Con ello, damos a entender que estamos orgullos de él, generando así un incremento de su autoestima y un refuerzo de esas acciones y/o actitudes.

Please follow & like us 🙂