¿Qué son las adaptaciones curriculares?

¿Qué son las adaptaciones curriculares?

Las adaptaciones curriculares tienen como objetivo atender, individualmente, las necesidades educativas especiales o específicas de apoyo educativo, que pudiese tener el alumnado en un momento dado

Las Adaptaciones Curriculares Individualizadas (ACI) son modificaciones específicas, que se hacen en el currículo ordinario, con el fin de dar respuesta a las necesidades educativas especiales (NEE) y específicas de apoyo educativo (NEAE) que presente el alumnado. Cabe señalar que son personalizadas, es decir, se elaboran teniendo en cuenta las necesidades individuales de los niños/as que las requieran.

Una vez explicado su significado, podemos decir que existen dos tipos:

  • Adaptaciones curriculares significativas: tienen lugar si se cambian los objetivos básicos del currículo y suelen darse en niños/as que presentan algún tipo de discapacidad o trastorno severo. Por ejemplo, un niño está en cuarto de primaria pero recibe contenidos propios de segundo. De este modo, aunque el niño obtenga un diez en los objetivos propuestos en la adaptación, podría el repetir curso.
  • Adaptaciones curriculares no significativas: no hay modificaciones en el contenido como tal sino que se adapta la metodología de enseñanza. Esto es: el alumno sigue el ritmo normativo de la clase pero se ajustan las tareas, se proporciona más tiempo para hacer los exámenes, se modifica la forma de evaluación, etc. Es de importancia señalar que este tipo de adaptación suele usarse en niños/as que tienen dificultades específicas de aprendizaje, déficit de atención o condiciones personales especiales. Se trataría, por tanto, de niños que pueden tener un ritmo más lento de aprendizaje, comprensión o razonamiento o, bien, un nivel de lenguaje menor al esperado para su edad.
Adaptación curricular en Paracuellos de Jarama y Miramadrid

Para finalizar, resulta relevante comentar que, por lo general, las citadas adaptaciones tienen un “sesgo a la baja”, ya que, en muchos casos, se piensa que, si se es "exigente" con los niños, no van a sacar adelante los objetivos planteados. Sin embargo, esto resulta ser un impedimento para que el alumnado extraiga todo su potencial y, en consecuencia, disponga de un nivel más próximo al de sus compañeros.

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¿Cuál es la metodología de trabajo de nuestro gabinete?

¿Cuál es la metodología de trabajo de nuestro gabinete?

A continuación, les explicamos los diferentes procesos, que llevamos a cabo en nuestro gabinete, con el fin de mejorar la calidad de vida de nuestros usuarios.

Metodología de trabajo en Amenara

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¿Qué puedo hacer para potenciar la motricidad fina de mis hijos?

¿Qué puedo hacer para potenciar la motricidad fina de mis hijos?

Dibujar, hacer manualidades y jugar con mosaicos y legos son algunas formas de potenciar la motricidad fina de una manera dinámica y divertida

Al hablar de motricidad fina, nos referimos a la coordinación conjunta de ojos, manos y músculos cortos, que nos permite hacer movimientos muy precisos y necesarios en nuestro día a día como, por ejemplo, escribir. Dicho esto y dada su gran importancia, a continuación, daremos algunos consejos para potenciarla en casa de una manera lúdica y amena, teniendo en cuenta que deberán ser adaptados a la edad y nivel madurativo de cada niño/a.

  • Dibujar o pintar: resulta muy útil en el desarrollo de la grafomotricidad y la creatividad. Podemos recurrir a lápices, brochas e, incluso, ¡a las manos y dedos!
  • Enhebrar: cuendas o macarrones para hacer collares, pulseras y serpientes; o cordones de zapatos o deportivas, logrando nuestro propósito mediante una actividad cotidiana.
  • Hacer manualidades: es una buena y completa opción para trabajar la motricidad fina de una manera entretenida En ellas, pintamos, recortamos, pegamos, doblamos…en definitiva, hacemos un montón de actividades diferentes pero con un objetivo común.
Psicomotricidad en Paracuellos de Jarama y Miramadrid
  • Moldear: con algún tipo de masa, arcilla o plastilina, puesto que implica el manejo tanto de las manos como de los dedos para el uso de utensilios o a modo de herramientas para dar forma, aplastar o cortar. Hacer galletas o alguna receta similar, podría ser una buena opción para trabajar la motricidad fina y, al mismo tiempo, pasar un buen rato en familia.
  • Jugar con:

ο Mosaicos y pinchos: se trata de hacer formas de animales o cosas, encajando o atornillando pequeñas piezas. Con ellos, no sólo trabajamos la motricidad sino, también, la orientación espacial.

ο Pegatinas: podemos recurrir a libros de pegatinas en los que los niños puedan pegar y despegar a sus personajes favoritos todas las veces que deseen.

ο Legos y similares: construyendo, se trabaja el pinzado y la precisión ojo-mano y, además, se desarrolla la visión espacial, la simetría y la creatividad.

  • Recortar: formas, dibujos, envoltorios de alimentos…cualquier excusa es buena para usar las tijeras.

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¿Es necesaria una evaluación previa a la intervención psicológica?

¿Es necesaria una evaluación previa a la intervención psicológica?

La evaluación psicológica y psicopedagógica permite saber, de manera objetiva, la situación de partida del individuo y, de igual forma, medir su evolución, facilitando una atención personalizada de las necesidades de cada persona

Centrándonos en la evaluación infanto-juvenil, podemos decir que, con frecuencia, muchos padres acuden a gabinetes solicitando una intervención específica, por ejemplo, para mejorar la comprensión lectora o, bien, adquirir herramientas que faciliten el estudio, ya que su hijo/a tiene dificultades en entender lo leído y/o bajo rendimiento académico.

Sin embargo, es usual que, tras una evaluación psicológica o psicopedagógica previa a la intervención, se observe que esas problemáticas son sólo una consecuencia más de otra. Continuando con los ejemplos anteriores, podríamos estar hablando de dislexia o de déficit de atención (TDAH) aunque es cierto que no siempre tener una dificultad supone la existencia de un trastorno. 

En cualquier caso, una evaluación previa resulta fundamental para detectar o descartar aspectos que puedan estar influyendo en las dificultades presentes en la persona, ya que, en función de los resultados y, por tanto, de las necesidades detectadas, la intervención se enfocará en trabajar unas áreas u otras. Esto es: en el caso de un/a niño/a con déficit de atención, más que ofrecer técnicas de estudio, nos centraríamos en mejorar su capacidad atencional y organizativa puesto que, de esa manera, atenuamos la raíz de sus dificultades, eliminando y/o reduciendo las problemáticas producto de las mismas y repercutiendo positivamente en su rendimiento escolar. De no contar con la mencionada evaluación y basándonos únicamente en la petición inicial, es probable que el resultado fuese arrastrar el problema y sembrar la frustración en la persona, dado que, a pesar aprender herramientas para mejorar el estudio, continuaría teniendo un rendimiento escolar inferior al esperado.

Evaluación e intervención psicológica para niños y adolescentes en Paracuellos de Jarama y Miramadrid

Otra aportación de este tipo de evaluaciones de cara a la intervención, es la posibilidad de conocer de manera objetiva el punto de partida de la persona, permitiendo cuantificar y contrastar en el tiempo los avances obtenidos. De no contar con él, podemos intuir o imaginar el cambio pero, en ningún caso, valorarlo ni barajear alternativas de trabajo más acordes y eficaces para el niño o la niña. 

Dicho esto, podemos concluir que las evaluaciones tanto psicológicas como psicopedagógicas, resultan de vital importancia para llevar a cabo una correcta intervención basada en las necesidades cuantificadas de la persona. Del mismo modo, nos ayudan a verificar el cambio y a tomar las medidas pertinentes en el caso de no obtenerse el resultado esperado.
 

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¿Por qué es importante combinar psicopedagogía y apoyo escolar?

¿Por qué es importante combinar psicopedagogía y apoyo escolar?

Para lograr el éxito académico, resultan fundamentales: las habilidades del alumno, su motivación y el uso de técnicas de estudio. Por ello, es fundamental cubrir dichos factores sin olvidar abordar las asignaturas en las que haya algún tipo de dificultad

Desde hace algunos años, el fracaso escolar, entendido como un bajo rendimiento académico, que dista de las capacidades reales del alumno, se ha incrementado significativamente, estableciéndose como el mayor problema que presenta el sistema educativo español en este momento…pero, ¿qué está pasando? Independientemente de los constantes cambios en el sistema (aspecto en el que no entraremos), coexisten diferentes factores tanto a nivel personal como familiar, escolar y social, que tienen cierta repercusión en el rendimiento académico.

En esta ocasión, nos centraremos, principalmente, en algunos aspectos personales, destacando:

  • Las habilidades propias del alumno que, a pesar de no ser determinantes para el éxito académico, interfieren en la facilidad o dificultad del mismo para aprender. De entre ellas, resaltaremos la comprensión y expresión oral y escrita, ambas necesarias en todas las ramas de conocimiento; y, en contraposición, a modo de ejemplo, las llamadas dificultades de aprendizaje como la dislexia o discalculia. De no contar con ciertas aptitudes y no trabajar en su mejora, el rendimiento escolar se podría ver alterado.
  • La motivación e interés por involucrarse en el proceso de aprendizaje resulta fundamental para lograr buenas calificaciones. De lo contrario, si el alumno deja paso a la indiferencia, las posibilidades de un fracaso escolar aumentan considerablemente, originando, en el peor de los casos, abandono escolar o repetición de cursos, que lejos de promover el aprendizaje, en muchos casos, lo dificulta aún más (Benito, 2007).
  • Los recursos de los que disponga el alumno para lograr buenos resultados, es decir, hábitos y técnicas de estudio, que hacen que establezca una rutina de aprendizaje y adquiera cierta autonomía en sus quehaceres escolares, que junto al uso de estrategias que lo simplifiquen, potenciarán el aprobado. No obstante, de no disponer de cierta planificación, que le permita ahorrar tiempo ni técnicas que faciliten el aprendizaje, las predicciones de fracaso escolar se incrementan considerablemente.

Partiendo de lo expuesto anteriormente, Amenara ha considerado necesario implantar una metodología para la mejora de las habilidades básicas del alumnado, sin olvidar el apoyo escolar en aquellas áreas en las que haya mayor dificultad. Por ello, ofrecemos el denominado ataque integral al fracaso escolar, que incluye conjuntamente, psicopedagogía y apoyo curricular. De esta forma, nos aseguramos de:

  • Mejorar y/o potenciar el desarrollo de habilidades básicas, fomentando el desarrollo personal del niño o adolescente.
  • Promover el éxito académico, trabajando paralelamente las diferentes asignaturas afectadas.
Psicopedagogía y apoyo escolar en Paracuellos de Jarama y Miramadrid

Todo ello mediante la cercanía y labor de nuestros profesionales y las últimas tecnologías en enseñanza como libros digitales y juegos interactivos, que harán que el alumnado disfrute mientras asimila contenidos y aumente su motivación por aprender.

Asimismo, de manera complementaria, proporcionamos técnicas de estudio, que enseñan al alumno a organizarse y desenvolverse en el ámbito académico, así como a adquirir destrezas para memorizar como, por ejemplo, reglas mnemotécnicas o habilidades para redactar resúmenes, que promuevan la simplificación del estudio y, una vez más, el éxito escolar.

Referencias bibliográficas:

  • Benito, A. (2007). La LOE ante el fracaso, la repetición y el abandono escolar. Revista Iberoamericana de Educación, 43 (7), 1-11.

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