Cómo saber si un niño sufre bullying

Cómo saber si un niño sufre bullying

Cómo saber si un niño sufre bullying

Las recurrentes pérdidas o roturas del material escolar, por ejemplo, podrían ser un indicativo de que un niño está sufriendo algún tipo de acoso

El bullying o acoso escolar es una agresión repetida que puede ser verbal, psicológica, social y/o física, que es llevada a cabo por un alumno o un grupo de ellos hacia otro. No se hablaría, por tanto, de una situación aislada sino de un continuo de situaciones abiertamente agresivas cargadas con la intencionalidad de infligir dolor y/o malestar. De entre ellas, podríamos destacar: reírse de él o llamarle por nombres burlescos, ignorarle y/o excluirle de actividades, robarle, esconderle objetos personales, golpearle, empujarle, amenazarle, contar falsos rumores sobre él, etc.

Cómo saber si un niño sufre bullying

Dicho esto, como padres, profesores y tutores, debemos estar alerta ante una serie de señales, por “insignificantes” que nos puedan parecer, que podrían indicar que un niño o niña está siendo víctima de acoso. Estas señales son:

  • Presencia de un estado de ánimo triste y meditabundo.
  • Irritabilidad y enfado sin motivo aparente.
  • Estar en un continuo estado de alerta.
  • Cambio brusco de comportamiento.
  • Pocas o nulas amistades. Estos niños tienen a aislarse y a mostrarse introvertidos.
Cómo saber si un niño sufre bullying

Cómo saber si un niño sufre bullying

  • Falta de apetito, problemas de sueño o pesadillas, nerviosismo, etc.
  • Excusas o negativas para acudir al centro escolar y para hablar sobre su día en él.
  • Señales físicas como arañazos o moretones.
  • Recurrentes pérdidas o roturas de material escolar.
  • Reducción repentina del rendimiento académico, así como dificultades para retener información o prestar atención.
  • Evitación de actividades que impliquen estar con iguales: jugar, actividades extraescolares, etc.

Hay que mencionar que identificar estas señales es un paso significativo a la hora de tomar las medidas oportunas frente al bullying, dado que no todos los niños son capaces de pedir ayuda por miedo o vergüenza. Del mismo modo, una vez detectado, resulta de gran importancia hablar con él con el objetivo de comprobar la existencia o no de otros problemas derivados del acoso como podría ser el caso de la depresión.

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¿Cómo puedo proteger a mi hijo en Internet?

¿Cómo puedo proteger a mi hijo en Internet?

Estar informado sobre los juegos, redes sociales u otras aplicaciones que los menores deseen usar, resulta fundamental para poder valorar su contenido y, en consecuencia, su ajuste a la edad del niño o adolescente

En la actualidad, cada vez es más frecuente que los niños, desde edades muy tempranas, cuenten con acceso a una Tablet o Smartphone. Esto tiene numerosas ventajas a nivel educativo, ya que permite acceder a gran cantidad de información de manera fácil y lúdica. Sin embargo, también, tiene algunos inconvenientes. De entre ellos, podríamos señalar: los contenidos inapropiados para la edad del menor, el ciberacoso o el grooming.

Por ello, es de gran importancia el papel de los padres, que deberán enseñarles el correcto uso de Internet, explicándoles detalladamente lo que pueden o no hacer y los peligros a los que podrían verse expuestos, especialmente, en el caso de los adolescentes. Del mismo modo, resulta esencial informarse sobre juegos, redes sociales u otras aplicaciones que el niño o adolescente desee usar pero de la que no tengamos conocimiento alguno. De esta manera, podremos valorar su contenido y su adecuación o no al menor.

Dicho esto, daremos algunas claves más para controlar el uso que nuestros hijos hacen de Internet y, en consecuencia, protegerlos de los riesgos que acarrea.

  • Conocer los contactos: es importante saber con quiénes se comunican nuestros hijos: si son personas de su entorno o, si por el contrario, son desconocidos. De ser así, ante cualquier sospecha, es vital tomar las medidas necesarias, incluyendo la eliminación de contactos.
  • Emplear filtros: resultan ser una herramienta muy útil. Con ellos, podemos controlar el acceso a determinadas páginas webs o Apps, que consideremos inapropiadas para nuestros hijos. No obstante, ello no implica dejar todo el control en sus manos.
Cómo proteger a mi hijo en Internet
  • Establecer normas: horarios de uso, prohibición de contacto con desconocidos, acceso exclusivo a determinadas páginas webs, etc.
  • Poner claves: esta medida nos permite controlar el acceso de los menores a los dispositivos, ya que, para entrar en ellos, habrá que insertar una clave de acceso que, evidentemente, sólo sabremos nosotros como padres.
  • Promover la privacidad: este punto forma parte de la educación relativa al uso de Internet. Debemos inculcar en nuestros hijos la necesidad de mantener en secreto sus claves y su información personal, así como la cautela a la hora de publicar fotos en redes sociales, explicándoles los peligros que podría conllevar.
  • Supervisar continuamente: de nada serviría hacer todo lo anterior si no ejercemos cierta vigilancia. Por tanto, es conveniente que estemos presentes e, incluso, acompañemos a nuestros hijos en la navegación con el fin de detectar cualquier anomalía o contenido inapropiado.

Para finalizar, indicar que no se trata de volvernos obsesivos y querer controlar cada segundo que pase nuestro hijo en la red sino de llevar un control complementario a la educación que le hemos proporcionado al respecto.

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