Mitos sobre el Síndrome de Asperger

Mitos sobre el Síndrome de Asperger

Los medios de comunicación y el mundo televisivo han divulgado este trastorno aunque, también, ciertos mitos que, en la actualidad, se encuentran muy arraigados en la sociedad

El Síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo, que se engloba dentro del llamado Trastorno del Especto Autista. Se trata de una problemática que se popularizó gracias a personajes como Sheldon Cooper en la serie Big Bang Theory o el doctor Shaun Murphy en The Good Doctor y que afecta, principalmente, a tres aspectos en quienes lo padecen:

  • Comprensión de estados emocionales: tienden a presentar dificultades para comprender las reglas sociales y relacionarse.
  • Lenguaje y comunicación: suelen expresarse adecuadamente, llegando, incluso, a resultar pedantes. En contraste, pueden ser muy literales y, en consecuencia, no comprender las bromas o metáforas.
  • Flexibilidad cognitiva: por lo general, se caracterizan por tener intereses restringidos y rutinas inquebrantables.

De acuerdo con La Confederación Autismo España, su popularidad, en los medios de comunicación y el mundo televisivo, no sólo ha difundido el trastorno sino, también, ciertos mitos sobre el mismo, que seguramente todos hayamos escuchado en alguna ocasión. Veámoslos:

Mitos sobre el Síndrome de Asperger

  • El Síndrome de Asperger es una enfermedad: ni se transmite ni tiene cura, es un trastorno del desarrollo. Hablamos de “una condición de vida” que, en su mayoría, se diagnostica, en la infancia y puede evolucionar favorablemente con un tratamiento adecuado.
  • Las personas con Síndrome de Asperger son muy inteligentes: ésta es una creencia bastante extendida pero lo cierto es su cociente intelectual ronda la media. Sólo una pequeña parte, se sitúa en un nivel alto. Se debe indicar que la justificación de esa idea se basa en la focalización de estas personas en los detalles y en temáticas concretas en las que se pueden especializar.
Mitos sobre el Sindrome de Asperger

Mitos sobre el Síndrome de Asperger

  • Las personas con Síndrome de Asperger no se expresan bien: el lenguaje es correcto y formal. La dificultad estaría en el uso social del mismo, es decir, en la entonación, en el volumen de voz u otras características pragmáticas del lenguaje.
  • Las personas con Síndrome de Asperger no se relacionan: desean relacionarse a pesar de ser conscientes de sus limitaciones a la hora de comprender a los demás. Como mencionamos con anterioridad, no captan los dobles sentidos, las metáforas ni la comunicación no verbal.
  • Las personas con Síndrome de Asperger no tienen empatía: en línea con el apartado anterior, estas personas pueden aparentar desinterés en cómo puedan o no sentirse el resto. Sin embargo, esto únicamente es una consecuencia más de sus dificultades a la hora de interpretar las emociones tanto propias como ajenas, que muchas veces hace que sus reacciones disten de los patrones sociales esperados.

Mitos sobre el Síndrome de Asperger

Mitos sobre el Síndrome de Asperger

¿A qué llamamos Síndrome de la Cabaña?

Cómo controlar la ansiedad en el confinamiento por COVID-19

Síndrome de la cabaña

Resulta ser una consecuencia común del confinamiento por COVID-19 pero, tomando las medidas oportunas, se puede superar sin dificultad

Tras varias semanas de confinamiento, comienza la vuelta progresiva a la normalidad. A día de hoy, nos encontramos en la fase 0 en la que se permiten paseos a determinadas horas del día y la actividad de algunas empresas pero…¿qué puede estar pasando si, a pesar de poder salir a la calle, preferimos quedarnos en casa? Pues bien, si nos encontramos en esa situación es posible que estemos ante el llamado Síndrome de la Cabaña.

Síndrome de la cabaña

No se trata de un trastorno psicológico sino más bien de una habituación, de una consecuencia más del confinamiento. Se nos ha impuesto un estilo de vida que nos genera seguridad.

Con él, surge la percepción de tener todo cuanto necesitamos en el hogar y, con ella, cierto grado de angustia al pensar en retomar nuestras labores u obligaciones fuera del mismo. De hecho, entre estas personas, está extendida la consideración de que no habría ningún problema en que se alargara aún más el estado de alarma.

Cabe señalar que, a todo ello, se le suma el hecho de que el coronavirus sigue presente entre nosotros aunque, si bien, en menor medida. Ello, inevitablemente, hace que se incremente el miedo a salir al exterior y la sensación de bienestar y, sobre todo, de seguridad en el hogar.

Síndrome de la cabaña

Síndrome de la cabaña

Dicho esto, ¿qué podemos hacer para superarlo? En primer lugar, de no tenerla, deberemos establecer una rutina y evitar pasar mucho tiempo en la cama, durmiendo, etc. También, es importante no forzarnos a salir. Si no nos apetece hoy, ya lo intentaremos mañana. Podemos ir dando pasos progresivos. Y, por último, y no por ello menos importante, indicar que, si la sintomatología persiste y nos impide salir de casa o, incluso, el mero hecho de imaginarnos en el exterior nos incomoda, generándonos ansiedad, quizás sea el momento de pedir ayuda a un profesional.

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