¿Para qué sirve un psicólogo?

Al igual que cuando se está enfermo se va a un médico, al psicólogo podemos acudir cuando tenemos un malestar o preocupación recurrente, que interfiere en nuestro día a día tanto en nuestra persona como en las relaciones que tenemos con los demás. Con él, podemos aprender a gestionar las emociones, los pensamientos y las actitudes y, por lo tanto, podemos conocernos mejor y llegar a sentirnos bien con nosotros mismos. Al mismo tiempo, podemos ser escuchados sin ningún tipo de juicio de valor y de manera objetiva y profesional.