La confidencialidad es la obligación deontológica por parte de los profesionales, especialmente, del ámbito de la salud de mantener el secreto profesional con la información recabada de sus pacientes, de acuerdo a la ley orgánica 15/1999, establecida el 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Por ello, no es posible la utilización de dicha información para otro fin que no sea el terapéutico.